Evangélicos. Reformados
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     Los grupos protestantes suelen denominarse a sí mismos evangélicos, y no protestantes como se les apellida desde ámbitos católicos.
  Protestantes proviene de la "protestatio" o reclamación que realizaron los luteranos y los zuwinglianos por medio de sus representantes en la segunda Dieta de Spira de 1529 (ante Carlos V), en la que se revocó las concesiones que se habían hecho en la anterior, en 1526. El término de Evangélicos se divulgó del que ellos mismos se dieron al llegar la paz de 1555 en que, especialmente los luteranos, fueron reconocidos legalmente en diver­sas zonas de Alemania.
   Se consideraron a sí mismos fieles al Evangelio y consideraron a los fieles a Roma como alejados de la verdadera fe y fruto de la corrupción de los tiempos, según la persuasión de Lutero, Melanchton y de los demás reformadores. Pensaron que su movimiento era un regreso sincero al espíritu del Evangelio, adulterado en la Iglesia romana (papista o del Papa según ellos) y explícitamente afir­mado con agresividad por Lutero en su libro "De captivitate Babiloniae" (De la maldad de Babilonia, que era Roma)
   Los otros grupos no luteranos prefirieron seguirse llamando protestantes, al no sentirse identificados con los luteranos en doctrina y en disciplina.
   La división en el campo de los "reformistas" se fue incrementando y multitud de otras confesiones o grupos autónomos fueron apareciendo, si bien los inspirados en la Reforma de Alemania mantuvieron el término de "Evangélicos" a lo largo de los siglos.